Hace semanas que querría haberos contado mis retos veraniegos, pero por estrés laboral y falta de tiempo, me ha sido imposible. Ahora sí, que llego cargadita de novedades.
Si en un principio no pensaba correr/participar en competición en los meses de julio y agosto, se quedó ahí, en una intención. Porque lo que es competir, he competido y voy a seguir compitiendo. Pero con calma, os lo cuento.
Todo empezaba cuando Pedro me retó al Gran Fondo Internacional de 7 Aguas. Sí, como leéis.
¿Qué tiene de particular esta conocida carrera del verano valenciano? Su perfil. Es una cadena de toboganes arriba y abajo desde el metro 0 hasta el final de sus 15,15km. Además, transcurre una tarde de agosto, en un pueblo donde si pega el sol, hasta las 9pm no puedes salir a la calle por miedo a derretirte. Locura, vamos.
La conocía como espectadora. He podido ser parte de la afición en dos ocasiones, y en su día aluciné. «Están locos estos que corren» pensé hace 5 años. Pues mira, allá que voy en poco más de un mes. Eso sí, no sé cómo, hemos conseguido liar a algún que otro Sanus. Si no recuento mal, vamos 4.
Y ya se cuánto voy a sufrir y en qué tramos, ya que invitaron al capitán al entrenamiento previo al GF, y allá que nos fuimos el sábado pasado. Fue una buena mañana de entrenamiento, aunque casi casi pareció una carrera encubierta jeje. Lo pasamos bien.
Pero luego, no me preguntes cómo, Pedro nos lió a Elena y a mí a una 7k en Alborache la misma tarde del entramiento del GF. Sí, carrera popular, con dorsal. Vamos, competir… Aunque después de los 15k de la mañana. Lo pasamos bien en verdad jeje.
Y ahora, que llevo un mes de entrenamientos más o menos tranquilos, alguna tiradilla larga de vez en cuando y esas cosas, me estoy planteando una 10k para acabar el mes. La elegida sería la 10k Aldaya sense límits. Tengo dos días para pensarlo (por cierre de inscripciones). ¿Qué hago?
Por lo demás, en cuanto a los entrenamientos, el ritmo está siendo bueno. Aunque debo empezar a guardar los días de descanso, aunque me cueste. Le he cogido hace ya semanas el puntito a levantarme y echar a correr y eso me da energías para toda la jornada. Estoy convirtiendo en sana costumbre entrenar acompañada al menos una vez cada dos fines de semana, y eso se nota. De momento, he seguido compartiendo madrugones de sábado con el capitán y con Elena. ¿Quién sabe quién se me unirá en las próximas semanas?
En el área de los outfits runners, estoy haciéndome con la equipación del Sanus Vitae. He probado los shorts y la camiseta. ¡¡Se salen!! Y, en este ámbito, he tenido que modificar un poco mis outfits diarios de entrenamientos, por la sucesión de olas de calor. Llevamos 3 seguidas, y esto hace que a las 6 de la mañana el termómetro ya marque unos dichosos 24 grados. Por eso, y a pesar de mi reticencia inicial, me he hecho con unos cuantos tops/bra deportivos. Me daba vergüenza al principio, enseñar «barriga», pero… o eso o muero de asfixia.
Por otro lado, esta semana he cumplido más de un millar de kms en lo que llevamos de año, y las Nimbus más de 900. Las rebajas me llaman a adquirir un par de zapatillas. La custión es ¿cuáles? Necesito asesoramiento… ¿Ideas?
Y va quedando menos… #objetivomaratón
Para acabar, os comparto alguna foto de las últimas semanas de entrenamientos, carreras, amaneceres… 😛